Radiografía del avance en I+D+i: España sigue rezagada en inversión en innovación.
El gasto depende demasiado de los planes públicos y la relación universidad-empresa no funciona.
Publicado por mcarmen
jueves, 26 de febrero de 2009 a las 10:00
La innovación sigue siendo la asignatura pendiente de la economía española. Pese a los esfuerzos de la Administración Pública y a los continuos llamamientos para un cambio de modelo económico que se oriente hacia sectores con mayor valor añadido, España continúa estando bastante por debajo de la media europea en inversiones en Investigación y Desarrollo (I+D).
El gasto en 2007 fue del 1,3% del PIB, frente al 1,8% del promedio de la Unión Europea (UE). La evolución de los últimos años tampoco invita al optimismo. Según el cuadro de Indicadores de Competitividad de 2008, España ha mejorado un 11,2% su índice general en los últimos cuatro años, sólo ligeramente por encima del aumento de la UE, que tampoco es una potencia mundial en la materia.
A su nivel, el caso español representa a la perfección los males del cuadro clínico de la investigación y el desarrollo en la UE. Excesivamente dependiente del impulso público, que incluye los fondos europeos; escasa inversión empresarial y una interconexión deficiente en la transferencia de conocimiento entre los centros de investigación y las empresas, dejan a nuestro país en una posición media-baja de la clasificación europea.
Las necesidades, por tanto, siguen ahí. “Los países que quieran contar con grupos importantes, capaces de competir en el ámbito internacional, deben trabajar y ayudar a las empresas a mantenerse a la cabeza de la vanguardia tecnológica”, defiende Agustín Delgado, director de Innovación de Iberdrola. La eléctrica española destinó a I+D+i un total de 73 millones de euros en 2008. Delgado considera que la innovación en tiempos de crisis es una “necesidad”. Por eso, Iberdrola mantendrá sus esfuerzos durante este adverso 2009 ya que estos proyectos son “líneas estratégicas del grupo”.
“La vinculación ente I+D y la ayuda pública es, en gran parte de los casos, directa, ya que muchas empresas únicamente se plantean investigar si cuentan con una fuerte subvención”, añade Javier Pérez, del Instituto de Tecnologías Químicas Emergentes de La Rioja. “Esto frena a las empresas porque la mayoría de las ayudas se reciben tiempo después de haber ejecutado el gasto, mientras que es al principio cuando se necesita la inversión”. Pérez sabe bien de lo que se habla, ya que ser pionero en su campo ha permitido a este centro absorber casi la mitad de las ayudas de Bruselas destinadas a La Rioja. Uno de los proyectos, respaldados recientemente desde la Unión, permitirá diagnosticar enfermedades del aparato digestivo y respiratorio a través del aliento.
La ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, dejó recientemente la pelota en el tejado empresarial, ya que “la inversión pública española está en la media”. El Ministerio invertirá 490 millones extra en I+D+i para facilitar la innovación en la empresa. Para la patronal CEOE, más que un incremento de las partidas, lo que hace falta es mantener la deducciones fiscales que se aplican a las empresas.
FUENTE: Diario PÚBLICO, edición de 22 de febrero de 2009
26/02/2009 10:00 | mcarmen