Nuevas tendencias para generar valor en las empresas

Que el mundo está cambiando no es ninguna nueva noticia. Que lo hace a velocidad alta tampoco. Ni siquiera lo es que lo están haciendo los mercados. Y sin embargo las empresas no suelen cambiar al mismo ritmo que lo hace su entorno. Se nota una cierta parálisis en los modos y formas de trabajar y evolucionar las organizaciones, incluso las que tienen éxito. Especialmente éstas. Ya lo dijo en una ocasión Charles Handy, cuando una empresa está en la cresta de la ola es casi imposible que comprenda que está cambiando su entorno.

El caso es que es así, que nuestro entorno está cambiando y requiere de respuestas nuevas. Todos recordamos las huelgas de los taxistas en Madrid y Barcelona contra la legalización de una aplicación como Uber que favorece la participación de particulares en el sector del taxi. O las quejas de los hoteleros ante aplicaciones como AirBnb que permite a los también particulares alquilar sus alojamientos de una manera muy eficaz. O de los guías turísticos ante páginas como Trip4Real, que recientemente recibió una inyección de un millón de euros, entre otros de Ferrán Adriá.

Son ejemplos de uno de los cambios clave que se está produciendo en los mercados, la generalización de la sharing economy o la economía del compartir. Este tipo de economía facilita la generación de producto a través de plataformas que ponen en contacto de manera directa productores y compradores. La facilidad que tienen esos productores para generar nuevo producto a través de Internet, y la que tienen esas plataformas para visibilizar toda la oferta existente les hace muy potentes y contra las que es complicado luchar.

Hay sin embargo empresarios, como Kike Sarasola, propietario de la cadena hotelera Room Mate, que ha comprendido perfectamente esos cambios del entorno, y que en lugar de luchar contra proyectos como AirBnb ha analizado cuáles son sus puntos fuertes y débiles y ha sacado un proyecto nuevo, BeMate, que potencia esos puntos fuertes y corrige los débiles, peleando de tú a tú con la competencia.

Pero además, hoy en día es imposible empezar un proyecto si no es desde la perspectiva del cliente. No podemos ya imaginar la creación de un nuevo producto o servicio si no es desde una visión clientecéntrica, y para eso herramientas como el Pensamiento de Diseño o el Lean Startup ofrecen estrategias muy adecuadas para este fin.

En ambos casos estamos hablando de modelos de desarrollo de producto muy centrados en el cliente, en el caso del Pensamiento de Diseño dando un paso más y viendo al cliente como ser humano y analizando su entorno, relaciones, gustos y necesidades incluso antes de ser cliente, lo que nos permite que la creación de productos y servicios tenga también en cuenta el impacto que puede generar ese nuevo producto o servicio en su entorno, conociendo adecuadamente cuál es la necesidad que para esa persona es relevante que satisfagamos.

Hablamos en definitiva, junto con otras estrategias como la de los Océanos Azules, la Empresa e Innovación Abiertas, la Innovación Social, las Empresas B o la Holacracia, de modelos de gestión muy centrados en los cambios que estamos sufriendo, y que tratan de dar respuestas a ellos desde una perspectiva más eficaz, más social y más creativa, aumentando nuestras posibilidades de éxito y de impacto en ese entorno que para algunas organizaciones es tan árido y que otras están manejando de manera brillante.

DE: Juan Sobejano. (@jsobejano) Consultor en innovación y modelos de negocio. Fundador de Innodriven